ERC pone a Sánchez ante el espejo de Portugal para exprimir los Presupuestos con más concesiones
ERC tiene lista una enmienda a la totalidad a los presupuestos de Sánchez como fórmula de presión al Gobierno para lograr más cesiones
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Los socios de Pedro Sánchez le ponen frente al espejo de Portugal. Los necesita a todos para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado. De lo contrario, como ha ocurrido en el país luso, podrían decaer las cuentas en el trámite parlamentario y dejar a la coalición al borde de una convocatoria electoral anticipada. Y no es un escenario que guste a prácticamente nadie en Moncloa. Por eso los partidos minoritarios se disponen a chantajear a un Gobierno dispuesto a ceder en todo a cambio de que el sillón de Sánchez no peligre. El mejor ejemplo de ese chantaje lo protagoniza ERC.
Al límite para presentar enmiendas a la totalidad a las cuentas públicas, que en las próximas semanas se debatirán en el Congreso, la formación que lideran Oriol Junqueras y Pere Aragonès ha dejado lista para presentar una enmienda que rechaza por completo el proyecto de María Jesús Montero. Decidirán si la presentan este viernes al mediodía, en una reunión extraordinaria de su Ejecutiva, tras las últimas promesas de Sánchez. Lo hacen, dicen, «por prevención». Y como forma de presionar a Sánchez para que ceda a más cesiones, como el aumento del catalán en la producción audiovisual o temas impositivos. En la primera cuestión los socialistas están dispuestos a ceder, pero necesitan permitir escenificar que ERC les ha doblegado.
En ERC le recuerdan al PSOE que «no pueden ir tan de sobrados». Aseguran que Sánchez «se merece algún susto para que reaccione». Los independentistas se sitúan en una posición chulesca conscientes del valor de sus trece diputados. Y lanzan esa advertencia al Gobierno socialcomunista poniendo como ejemplo a Portugal. «Ya han visto qué les ha pasado a sus colegas portugueses», apuntan fuentes republicanas. El primer ministro luso, Antonio Costa, que este jueves ha presidido junto a Sánchez la Cumbre hispano-portuguesa en Trujillo (Cáceres), está al borde de la convocatoria electoral tras haber visto cómo el Parlamento le tumbaba las cuentas. Cabe recordar que Sánchez siempre ponía al país vecino como ejemplo para la izquierda.
En Moncloa se muestran confiados en que a ellos eso no les va a ocurrir. «Estamos tranquilos», señalan en el entorno de la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, sobre el apoyo de sus socios. Es la confianza de quién sabe que tiene la llave de todos los recursos públicos disponibles a su servicio para responder a esos chantajes. La coalición acabará sacando adelante las cuentas públicas, al coste que sea para los españoles. No se pueden permitir otro escenario, tal como están las cosas, ya que un adelanto electoral «sería letal para la izquierda». Es lo que los socialistas les transmitieron a Podemos, hace unos días, en plena escalada de tensión por el control de la reforma laboral.
Pero la realidad es bien distinta a esa tranquilidad que trata de vender Moncloa. De momento no tienen prácticamente ningún voto a favor asegurado más allá de los 155 de los grupos parlamentarios del PSOE y Podemos. Y el tiempo apremia. El desenlace final de la reforma laboral, con la derogación prometida o la modernización que parece preferir ahora Sánchez, será clave para el voto de algunos de sus socios. Incluso para Unidas Podemos. El Partido Regionalista de Cantabria, de Miguel Ángel Revilla, es el único que por ahora ha mostrado su predisposición a votar sí. Junts per Catalunya o Navarra Suma, sin embargo, ya han dejado claro que difícilmente puedan dar su beneplácito a los Presupuestos.
ERC en manos del PSC
El pulso de ERC al PSOE puede tener las horas contadas. Los de Junqueras y Aragonès tratan de presionar a Sánchez con una enmienda a la totalidad que pueden retirar a posteriori. Pero son conscientes de que pese al valor que tienen sus trece diputados en la votación de las cuentas públicas, en Cataluña, los separatistas pueden necesitar al PSC para no encontrarse en una situación similar.
La CUP sigue aumentando sus exigencias a ERC y JxCAT a cambio de apoyar los presupuestos autonómicos. La última petición es que retiren la candidatura de los Juegos Olímpicos de Invierno Barcelona-Pirineos de 2030. Una demanda a la que el Govern no parece estar dispuesto a ceder, por lo que el apoyo de los antisistema cada vez está más en el aire. Si los socialistas catalanes no salvan las cuentas catalanas, dejan al Govern de Aragonès en una situación crítica. Los de Salvador Illa están dispuestos a no dejarle caer. Pero siempre que ERC haga lo mismo con Sánchez.
Junts ya ha registrado su enmienda
El otro partido que forma el Govern, Junts per Catalunya, ya ha presentado su enmienda a la totalidad a los Presupuestos Generales del Estado. Aunque se han abierto a dialogar con el Gobierno su apoyo a las cuentas, la falta de respuesta de la coalición les ha empujado a registrar este jueves su rechazo total al proyecto. Los de Carles Puigdemont pusieron cinco condiciones al Ejecutivo, como el traspaso completo de Cercanías, a cambio de su voto a favor. Sin respuesta de Moncloa, los junteros han decidido rechazar las cuentas.